Anecdotario Camionero

De las profundidades de la muy bella y caótica ciudad de Guadalajara surge el "Anecdotario Camionero"........

Las historias de fantasmas y aparecidos ya son pasado, son cuentos de la muy hermosa colonia, y cuentos de niños de primaria. Las anécdotas que se presentaran en un futuro con el nombre de "Anecdotario Camionero" son más impresionantes que Demande Asted (Sí, asted... luego me demandan por derechos de autor), más dolorosas que Lucha en América, más increíble que Hasta las Mejores Amistades...... Total..... es el espacio que se abre para tus y mis anécdotas que han ocurrido en los camiones.......

Aquí va la primera





Estaba felizmente esperando a un camión junto con mi hermana, un camión que nunca viene lleno, claro un 258 A, como todos sabemos pasan tan seguido que nos dio hambre y tuvimos tiempo de comprar un helado. Sorprendentemente cuando aun no me había terminado mi helado de chocolate llego el camión...... Nos subimos y así siguió el camino, yo hablando con mi hermana y disfrutando poco a poco de mi golosina.....
A unas cuantas cuadras antes de pasar la avenida de Alcalde, dio un frenón inesperado el camionero.... (de esos que ninguno de nuestros no neuróticos choferes casi nunca dan) pues total, como yo bien babas no me había agarrado bien, con mi mano que estaba sosteniendo el cono de nieve, trate de tomar la barra para no caerme de espaldas....... en ese intento desesperado.... mi helado rozó el techo del camión y por la inercia un poco de mi antiguo y que en algún momento fue mi limpio helado, salió volando por el camión....
Pues claro... mis poderes psíquicos no pudieron hacer nada para que ese helado dejara de caer... estaba toda mi mente concentrada en tenerme de pie....... y como en cámara lenta de una película de poco presupuesto, vi que mi nieve caía hacia el pantalón de un señor que estaba sentado....... Impactó sobre él, y ensucio de chocolate su pantalón y un poco de su mano.... El señor del pantalón que fue manchado, se empezo a quitar de su mano y su ropa el helado..... lo hacia con tanto asco, tal como si yo estuvira enfermo de tuberculosis o alguna otra enfermedad de extremo contagiosa.....
La vergüenza y la pena no cabían en mí y con mis más humildes disculpas le ofrecí algunos pañuelos limpios que tenia guardados..... Pero lo que aseguro es que sí las miradas matarán, no estaría hoy contándoles mi anécdota.....

Sigan esperando más cuentos en su sección eeeeeeeeellllll "Anecdotario Camionero"..... Sí tú tienes algo que compartir, no lo calles y pon tu comentario, seguro que me mantendré en contacto contigo, para que sea publicado en este blog....... Gracias....