Después de una larga y exhaustiva búsqueda, después de que nuestros epidemiólogos pasaron noches en vela y haciendo un cerco epidemiológico cada vez más estrecho, gracias a la colaboración de enfermos, familiares de los enfermos, amigos y vecinos, encontraron el punto de origen de la epidemia y se localizo al culpable del brote de la influenza porcina.
Si, Por culpa de este escuincle!
Tan templado como un corazón
destinado a la muerte,
condenado por una desviación
que produce una destrucción.
Momentaneamente te quedas sin alma
son una exhalación infernal,
solo quedas con una gran depresión
porque de esos ojos tuviste una traición.
Permitiendo la participación integral
de una serie de sucesos desafortunados
sin llegar a un control exacto
y llegando accidentalmente al desamparo.
Quizas prometiste no caer,
pero te hundiste en un millon de lagrimas
que terminaron por secarse
y ahora quedaste en un desierto de soledad.
y ahora si te apiadas de ti mismo
y ahora si percibes tu tristeza.
Disculpa, pero es demasiado tarde.
Perdona, pero ya te suicidaste.
Esperando un minuto,
riendo por un segundo,
pasó el tiempo y no imagine
que solo tu y yo quedariamos.
Pense que rodeado estaba,
me sentí feliz por un instante,
pero solo perdia mi humanidad,
mi vitalidad y fuerzas.
Omitia que estabas a mi lado,
ciñendo un puente que nos unia,
ignoraba tu prescencia
y solo me dedique a otras personas.
Caia muerto, herido por balas de desprecio,
pero sostenia una mascara de felicidad,
cuando en realidad solo lloraba en la oscuridad.
Creia que estaba solo, sin poder ser comprendido,
despreciado por personas ignorantes,
por quienes nunca pude tener compasión,
solo, aunque con miles de personas a mi lado.
Morí ciego por no saber usar mi vista,´
morí sordo por no comprender las palabras,
morí mudo por no gritar tu nombre,
morí sin haber tenido lecciones de vida.
